domingo, 27 de mayo de 2012

EL AÑO 1960 EN LA NARRATIVA ESPAÑOLA POR MORALES LOMAS




Se nos permitirá el dislate cuando al referirnos a la novelística del año en cuestión hagamos hincapié en la polémica que sobre la vieja y nueva novela se produjo el año anterior. Por lado  La hora del lector de J. M. Castellet y Problemas de la novela  de Juan Goytisolo apostaban por las nuevas formas que se venían imponiendo en la narrativa, seguidoras del objetivismo y el behaviorismo. Por el contrario, Ignacio Agustí en Rebelión y continuidad en la novelística española se reafirmaba en los presupuestos tradicionales, heredados en gran parte de la generación del noventa y ocho y de los novelistas de la primera  mitad de siglo. La polémica está viva y presente en el año sesenta y en la década que se inicia. A ello habrá que añadir los intentos experimentales que se producirán desde mediados de ésta, y que tendrán plena vigencia en los años setenta, influenciados en gran parte por la novelística hispanoamericana.
Nómina restringida de autores y obras:
1.        ALPERI, Víctor:  Agua india
2.        AMADO BLANCO, Luis: Doña Velorio
3.        ANDÚJAR,  Manuel:  El destino de Lázaro
4.        ARRABAL, Fernando:  Baal Babilonia
5.        AUB, Max: La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco.
6.        BAREA, Arturo:  El centro de la pista
7.        BENEYTO, María:  El río que viene crecido
8.        BLANCO AMOR, Eduardo:  La parranda
9.        BUÑUEL, Miguel: El niño, la golondrina, el gato
10.     CABOT, José Tomás:  El piquete
11.     CANDEL, Francisco: Temperamentales
12.     CUNQUEIRO, Álvaro:   Las mocedades de Ulises
13.     CHACEL, Rosa:   La sinrazón
14.     FERRES, Antonio y LÓPEZ SALINAS, Armando:
              Caminando por las Hurdes
15.     GARCÍA SERRANO, Rafael: La paz dura quince días
16.     GAYA NUÑO, Juan Antonio: Los monstruos prestigiosos
17.     GIL, Ildefonso:  Pueblo-Nuevo
18.     GOYTISOLO, Juan:  Campos de Níjar
19.     GROSSO, Alfonso:  Para vivir aquí
20.     HALCÓN, Manuel:  Monólogo de una mujer fría
21.     JUNCEDA, Luis:  La llaga
22.     LERA, Ángel Maria de:  Bochorno
23.     LÓPEZ SALINAS, Armando:  La mina
24.     LOREN, Santiago:  El baile de pan
25.     MANFREDI, Domingo:  A bordo de una isla
26.     MARSÉ, Juan:  Encerrados con un solo juguete
27.     MARTIN VIGIL, Luis:  Una chabola en Bilbao
28.     MATUTE, Ana Maria:  Primera memoria
29.     NIETO, Ramón:  La fiebre
30.     NIETO, Ramón:  El sol amargo
31.     PILARES, Manuel:  Cuentos de la buena y de la
             mala pipa
32.     PORCEL, Baltasar:  Solnegro
33.     ROMERO, Luis:  La nochebuena
34.     RUIZ, Roberto:  Plazas sin muros
35.     SALISACHS, Mercedes:  Vendimia interrumpida
36.     SENDER, Ramón J.:  Réquiem por un campesino       
              español
37.     SENDER, Ramón J.:   El mancebo y los héroes
38.     TORRENTE BALLESTER, Gonzalo: Donde da la vuelta   
             el aire
39.     ZUNZUNEGUI, Juan Antonio:  La vida sigue


      Sin caer en generalidades imprecisas y mucho menos en análisis atrevidos hay que afirmar un hecho importante: la novela del año sesenta está todavía bajo las formas realistas al uso, heredadas tradicionalmente, y aunque se produzcan experimentos o renovaciones, no serán los más y habrá que esperar años venideros. En cualquier caso, ahí va el comentario de las novelas seleccionadas.
                Un grupo importante tiene como objetivo la intención crítica y reveladora de la sociedad: La mina de A.L. Salinas se inserta en esta línea; un grupo de campesinos en paro deben abandonar su tierra y emigrar a una zona minera con la consiguiente pérdida de raíces y la intención finalmente frustrada de volver al cabo del tiempo. En la novela Salinas hay también “el eco de una inquietud directamente política y conciencia de la explotación  a que el obrero se siente sometido” (1). La tradición que sigue la narrativa de viajes está presente este año con dos títulos interesantes: Campos de Níjar de J. Goytosolo y Caminando por las Hurdes de A.L. Salinas y A.Ferres. El primero es un recorrido del escritor por la región almeriense de modo que el lector reconozca el ambiente, la geografía, lo pintoresco y las tremendas condiciones de vida de los habitantes de esta zona. La segunda sigue estos mismos principios narrativos, generales  para los libros de viajes; destaca el medievalismo rural en que viven los habitantes de las Hurdes. Las descripciones son débiles y lo pintoresco tiene siempre una intención crítica. La vida sigue de J.A. Zunzunegui continúa la línea de su obra anterior La vida como es, de coincidente análisis de la burguesía -pero esta vez provinciana- mueve la obra de R. Nieto La fiebre.
                Coincidente con la novela social en general Una chabola en Bilbao de J.L. Martin Vigil sigue el tema desarrollado en La piqueta de A. Ferres, el año anterior, es decir, el derribo de una caseta del suburbio madrileño  -en este último caso-, frente al paisaje de Bilbao. Sin embargo Vigil sigue derroteros diferentes, siendo finalmente el tema de la caridad el desarrollado cuando observemos al médico ateo pero caritativo  con los habitantes de Aritamendi y al jesuita, fracaso y rechazo por ellos.
                Entre las novelas que tienen de fondo la guerra civil española se encuentran: Encerrados con un solo juguete de J. Marsé, trata el tema de las consecuencias de la guerra en la vida de los jóvenes fracasados, caídos en la inacción. A la vez se transforma en una novela que trata el tema de la lucha o discrepancias entre generaciones, en esta ocasión entre padres e hijos.
                El tema de la guerra  está presente en la obra de Nino Manfredi; incluso en una de las obras más interesantes de este año Réquiem por un campesino español de R. J. Sender. En la primera edición de 1953 aparece con el título de Mosén Millán, si bien con el título señalado es de 1960, por lo que la incluimos en la relación con absoluta maestría y sencillez. Resalta la historia de un sacerdote, el cual, queriendo salvar a un joven del pueblo en los comienzos de la guerra, no consigue evitar la ejecución. Bajo  temática similar se escribió Primera memoria de A.M. Matute (primera obra de la trilogía Los mercaderes), novela de carácter autobiográfico, según una técnica evocativa; en ella una niña recuerda los primeros días de la guerra en Mallorca. Por último, La paz dura quince días de R. García Serrano.
                Las trilogías son un fenómeno narrativo frecuente en la novelística de posguerra. El destino de Lázaro de M. Andújar es la tercera novela de la trilogía Vísperas, que a su vez pretende profundizar en la historia de España de este siglo, al incluirse en el ciclo narrativo Lares y penares. En la novela de Lázaro el tema es el campo y la localización temporal se sitúa en la preguerra española. Torrente Ballester  con Donde da la vuelta el aire escribe el segundo libro de la trilogía Los gozos y las sombras donde narra, a veces con reiteración y morosidad lo individual (enfrentamiento Deza-Salgado) y lo social, político y cultural. Aunque localizada en Galicia, es una interpretación de la sociedad española.
      Dentro de la literatura imaginativa y de aventuras, a veces llamada fantástica, se ha de tener en cuente Solnegro de Baltasar Porcel y Las mocedades de Ulises de Álvaro Cunqueiro, en ésta funde lo que sueña con lo que ha soñado otros, de modo que la historia y la leyenda se unen en un preciosista maridaje plagado de fábulas, con un lenguaje  riguroso, original y minucioso, novela evasiva y de cierto vacío, según alguna crítica, aunque es preciso añadir que en este momento de la narrativa española es una apuesta por la modernización novelesca.
                De tema histórico son: El piquete de José Tomás Cabot, sobre un episodio de la guerra carlista con una documentación histórica, y La verdadera historia de la muerte de F. Franco  de Max Aub, historia-ficción sobre la supuesta muerte del general.



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