jueves, 7 de febrero de 2008

TEATRO DE MORALES LOMAS












TEATRO BREVE

A) Publicadas:

El lagarto
, Alhucema. Revista de Teatro y Literatura, Granada, 2001.
Un okupa en tu corazón, Alhucema, Revista de Teatro y Literatura, Granada, 2003.
La yaya de Mauritania, EntreRíos, Granada, 2005.
El urólogo, Alhucema. Revista de Teatro y Literatura, Granada, 2008.





B) Inéditas:



El butanero
El accidente
El banco espiritual
El parnaso
El fumador divino

La meditación
Cosas de familia
El muerto
Los ídolos
Caníbal teatro
(Catorce obras breves)




TEATRO EXTENSO


Vaffanculo (Pendiente de publicar en Ed. Dauro)
Cumpleaños feliz, papá (Prevista su publicación próximamente)


EL TEATRO DE MORALES LOMAS










Jauría canibalesca. Introducción.


Somos predadores rituales por naturaleza. Nos alimentamos de esencias propias de otros individuos, de cerebros ajenos, de sensibilidades intrusas, de labios extraños, de clítoris exóticos, de sueños que nos vienen como médulas para seguir viviendo desde otros confines. Ya en Atapuerca se practicaba un canibalismo ritual. Los cariba o caniba encontrados por Colón en su primer viaje a la Hispaniola lo sabían bien. También los guaraníes, los indios amazónicos, los aztecas, los pigmeos, los nativos de Nueva Guinea… El doctor Hannibal Lector habita entre nosotros.
Goya, en la Quinta del Sordo, decoró el comedor y el salón con la imagen de Saturno devorando a sus hijos, aquel dios mitológico, en realidad Cronos -identificado por los romanos con Saturno-, quien, temeroso de ser destronado por sus descendientes, devoraba a los hijos que daba a luz su esposa Era. Los hijos se los puede usted comer partiéndolos en seis pedazos: cabeza, tronco, brazos, pelvis, muslos, piernas, incluyendo, claro está, manos y pies. Puede incluso partirlos en ocho pedazos, ya que les gustará sacar el hueso redondo de las rodillas recubierto de carne roja.
Pero, si lo prefiere, se puede comer a la persona entera. A mordiscos lentos. Si se harta, lo puede guardar en el frigo para seguir en el desayuno. Pruebe los ojos. Verá qué bocata di cardenale.
¡Cuántas veces su madre, que tanto lo adora y lo ha adorado, le ha dicho: te voy a comer, hijo! Y no les falta razón en muchas ocasiones, y cómo nos gustaría. El caníbal es un defensor de sí mismo, es un defensor de la especie, sólo come a quien ama. La belleza será comestible o no será, dijo Dalí.
Cuadro de José Boyano


Mi teatro es comida social. De todo el cuerpo social se alimenta y vuelve sobre sí una y otra vez, mordisqueando su esencia, sus médulas, sus ojos, sus tímpanos, sus estómagos sociales, sus hígados que devuelven la condición de la sociedad. ¿Nos nos estamos comiendo el cuerpo espiritual con el pan y la sangre de Cristo? ¿No es esto canibalismo ritual?
Mi teatro toma conciencia de la realidad apretando las mandíbulas, aprisionando a su presa, deglutiéndola, saboreándola: es el mayor refinamiento teatral. Y mi teatro tiene el refinamiento de la sangre y la conformación del espíritu hecho sanguinario. La espiritualidad es comestible. Es una bacanal mágica en la que todos somos devorados por todos. Y el escritor-carnicero con el cuchillo-pluma en la mano. El cuerpo social, macizo, indeleble, debe ser devorado, debe ser fragmentado, consumido. La filosofía de la historia se mantiene sobre este principio sistemático de devoradores endémicos que solo tienen la posibilidad de seguir siendo en los otros.
Te comerás a tu prójimo como a ti mismo. Bien sea tu amigo o tu enemigo. Ya lo dijo Freud en Tótem y tabú. Queremos ser caníbales culturales, caníbales afectivos, caníbales enamorados de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea. Sólo podemos seguir siendo devorando el cuerpo social, la sangre y el pan que nos ofrece este día a día que tanto afirma nuestra propia realidad y existencia. Hay que hundir la nariz en la carne fresca social, en la carne anciana social, en los entresijos de las médulas. A través de esta ingesta atroz nuestro teatro nos distanciará de nuestras víctimas, nuestro drama se hará más clarificador, más emocional, más divertido, llegando al éxtasis sublime de la inmediatez sádica. Juego de sublimación. Juego teatral.

Witember, 2007








El lagarto
Alhucema, Revista de Teatro y Literatura, Granada, 2001



Sinopsis


Una persona acude al médico porque se encuentra mal. Lo acompaña su señora. El médico comienza a auscultarlo y, de pronto, descubre que en la garganta tiene adherido un lagarto. Un bicharraco de medio kilogramo aproximadamente.
El proceso les permite entrar en otras situaciones que no sólo divertirán al espectador sino que le permitirán conocer desde otros puntos de vista la absurda realidad social en la que estamos inmersos. Con un lenguaje sencillo, directo y sin grandes concesiones al lenguaje, Morales Lomas penetra en las conductas humanas con el esquema clásico del esperpento y la tradición brechtiana en el acercamiento a la realidad/irrealidad que pretende transmitirnos, siempre guiado por la caricatura, el esperpento y la deformación sistemática. Un teatro que se ha dado en llamar "Teatro caníbal".




Un okupa en tu corazón


Alhucema, Revista de Teatro y Literatura, Granada,

Sinopsis

Un hombre y una mujer visitan a un asegurador porque tienen la intención de comprar una parcelita en el cementerio para vivir como Dios manda toda la eternidad. Sin embargo, la extravagancia es que ninguno de los dos son creyentes. En realidad, todo es una aviesa estratagema de esta pareja para cargarse la competencia. Una farsa dislocada con la que el escritor no sólo pretende reírse de la muerte sino también de la existencia, contaminada única y exclusivamente por el interés.













La yaya de Mauritania
EntreRíos, Granada, núm. 0, 2005.


Sinopsis

Se trata de una parodia en la tradición del teatro cómico europeo y español, siguiendo las teorías teatrales de Beckett, Ionesco, Valle-Inclán o Mihura, entre otros. Se centra el autor en una situación concreta cuando una joven inmigrante, venida desde Mauritania, entra como criada o yaya en la casa de una familia de clase media española. A partir de esta situación, se produce el choque entre los elementos de la barbarie y de la n"ueva civilización", la actitud de los "nuevos ricos", los representantes de la familia que la acoge, y la de los nuevos parias o esclavos del siglo XX. Esta obra permite bucear de un modo aparentemente distendido en uno de los problemas más importantes que tienen las sociedades europeas en la actualidad y la forma de integrar la inmigración en los países europeos con toda la problemática discriminatoria que ello conlleva.






El urólogo
Alhucema, Revista de Teatro y Literatura, Granada, 2008.




Sinopsis

Un catedrático de Derecho Procesal llega a la consulta de un urólogo porque se encuentra con unas molestias. Después descubriremos que su enfermedad tiene mucho que ver con las mujeres. Sin embargo, antes de pasar a la consulta, tiene que hacer frente a una enfermera de las de pelo en pecho y de armas tomar que le plantea toda una batería de cuestiones tan absurdas como la vida misma, por ejemplo, si come churros o va a los toros, preguntas trascendentales para que el especialista pueda hacer su diagnóstico como Dios manda. Su encuentro con el urólogo será, como podrá ver el espectador, tan esperpéntico como el diálogo con la enfermera. Con esta obra, Morales Lomas pretende una vez más crear un teatro lúdico, sarcástico, socarrón en el que el canibalismo humano en todas sus facetas se haga presente y se adueñe de la escena.


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